VT 5 | MONTES DE IBIAS
Detalles del evento
VIAJE 5 – MONTES DE IBIAS: INCENDIOS, PREVENCIÓN, EXTINCIÓN, RESTAURACIÓN OFERTA DE NÚMERO DE PLAZAS: 20 RESPONSABLE DE RUTA Y PARADAS: Jaime Martín Herrero (Principado de Asturias). PROGRAMA DIA 17: 19:30 h – SALIDA.
Detalles del evento
VIAJE 5 – MONTES DE IBIAS: INCENDIOS, PREVENCIÓN, EXTINCIÓN, RESTAURACIÓN
OFERTA DE NÚMERO DE PLAZAS: 20
RESPONSABLE DE RUTA Y PARADAS: Jaime Martín Herrero (Principado de Asturias).
PROGRAMA DIA 17:
19:30 h – SALIDA. Palacio de Congresos de Gijón, para llegar a pernoctar en Cangas del Narcea, junto con viaje 8. (Aviso con importe del hotel y que hay que abonarlo)
PROGRAMA DIA 18:
8:30 h – SALIDA. Hotel
Parada técnica 1 – Uría – Regeneración tras grandes incendios de masas de Pinus pinaster. Detalles y panorámica. Tratamientos.
Parada técnica 2 – Base de helicóptero y otros medios de extinción. Panorámica.
Parada técnica 3 – Monte Leituelos. Vigilancia. Aprovechamientos y mejoras en masas de Pinus sylvestris.
Comida
16:30 h – Regreso a Gijón.
19:30 h – LLEGADA. Gijón
INTRODUCCIÓN
HISTORIA Y ECONOMÍA DEL CONCEJO DE IBAS – Haciendo un recorrido en la historia del concejo de Ibias podemos decir que la presencia humana ya data de la época neolítica, y de ello dan testimonio los monumentos funerarios existentes como son los dólmenes o petroglifos.
En la época de dominación romana la explotación del oro adquirió gran importancia y de ella quedaron importantes vestigios referentes a la explotación minera.
Entre el siglo XI y XIII ya aparece el nombre de Ibia o Ibis y son dos casas señoriales las que dominan el territorio Casa de Ibias y la Casa de Ron. En el siglo XVIII predomina la actividad agraria del concejo y la industrial se centraba en algunos molinos hidráulicos. En el siglo XIX hay algunos cambios administrativos pero es en el XX donde hubo un cambio social en el concejo siendo lo más destacable el éxodo rural y la explotación minera de antracita de Tormaleo.
En cuanto a las construcciones populares el tipo más arcaico de vivienda lo constituyen las pallozas, viviendas de planta circular u ovalada, cubierta de paja de centeno. Los hórreos más antiguos datan del S.XVIII y S.XIX. Las construcciones para animales sobresalen las destinadas a las abejas llamadas cortíos o cortinos en cuyo interior se encuentran los truébanos o trobos (colmenas).
Foto 1 – Cortino para defensa de los colmenares de los osos.
Es un concejo que, al igual que la mayoría de los municipios asturianos ubicados en la media y alta montaña, corresponde a una zona de montaña semideprimida, siendo víctima de un proceso de merma demográfica y envejecimiento poblacional que comenzó a mediados del siglo pasado y que ha sido intermitente desde su origen. Este proceso se ha agravado en los últimos años. Ibias, con una extensión de 33.000 ha, tenía 1.098 habitantes (191 habitantes en San Antolín de Ibias), en 2024. Esto supone una densidad de población de 3,3 hab/km2.
La población se agrupa en pequeñas entidades aisladas (aldeas, lugares y caseríos) de reducido número de habitantes. Las principales poblaciones son San Antolín de Ibias, capital del concejo, villa donde se concentra la actividad comercial y administrativa, además de otros núcleos, como Tormaleo, Villares de Abajo, Luiña, o Fondodevilla, en la zona minera, o Cecos, Sena, Seroiro, Valdeferreiros y San Clemente.
En cuanto a la actividad económica, el carbón es la única industria del concejo, pues en Villares se mantiene activa a día de hoy una de las pocas minas de carbón de Asturias. Sigue siendo un sector importante el sector primario, vinculado, especialmente a la ganadería de vacuno de carne, a la apicultura, y la viticultura, actividades, estas últimas, que están cobrando importancia en los últimos años.
La agricultura y la ganadería fueron las bases de la economía rural, destacando los cultivos de centeno, trigo, las viñas y la apicultura. El alejamiento de las industrias lácteas y las condiciones orográficas del municipio favorecieron la dedicación cárnica del vacuno, que aprovechaba los pastos del monte. En relación al sector ganadero, de gran importancia en el concejo, se tiende a menos explotaciones y más cabezas de ganado en cada una, con clara dominancia de las explotaciones de ganado bovino, seguidas por el ovino, el cual tiene cierta importancia. Las explotaciones de caprino y equino tienen menos importancia.
ESTADO NATURAL – El concejo de Ibias con unas 33.000 ha, se encuentra localizado en el suroccidente de Asturias, limita con Lugo al norte y a occidente, con las Ancares de León al sur, y a oriente con los concejos asturianos de Allande, Cangas del Narcea y Degaña.
Contrastan valles estrechos y encajados con cordales montañosos, presentando fuertes contrastes orográficos que van desde los 200 m de altitud en la confluencia de los ríos Ibias y Navia hasta los 1.969 m en Pico Miravalles, en la Cordillera Cantábrica. Al sur del concejo se localizan las mayores pendientes y el terreno más abrupto. La altitud media es elevada, con el 59% de la superficie por encima de los 800 m de altitud que junto con las fuertes pendiente condicionan los asentamientos de población. Asimismo, esta orografía también condicionada a la conformación de microclimas, siendo en sierras altas húmedo y frío y más templados en las zonas bajas. En el valle del Ibias se produce una importante aridez estival y el clima se asemeja más al mediterráneo que al oceánico, permitiendo la existencia de especies como el alcornoque.
El paisaje se caracteriza por una repetición de sustratos silíceos de pizarras grises y negras con algunos niveles cuarciticos. En general los relieves destacados de los cordales coinciden con roquedos cuarcíticos, mientras que, en las áreas pizarrosas, fácilmente erosionables, se abren profundos y encajados valles que contrastan con los llanos y formas redondeadas (chaos o campas) de las zonas altas de la sierra. Suelos en general de muy escasa profundidad y desarrollo, lo que limita la instalación de tierras agrarias a los llanos cimeros y algún rellano.
En general la vegetación se distribuye entre amplias zonas de bosque, tierras de cultivo, prados de siega y pasto y matorral. La distribución altitudinal es: tierras de cultivo y bosques de ribera con alisos, sauces, álamos y chopos en las vegas fluviales; masas boscosas de hayedos y robledales a media montaña coexistiendo con zonas de pasto. Masas importantes son las procedentes de plantaciones de coníferas, principalmente de pino (Pinus radiata, P. pinaster, P. silvestris y P. nigra).
El río Ibias atraviesa el concejo de E a W que nace próximo al Pto de Cerredo (límite entre León y Asturias). Temperaturas absolutas (periodo 1989/2008) mín 3,9 ºC y máx 37,2 ºC y precipitaciones medias anuales de 1.250 mm. Los climodiagramas nos muestran que no hay meses de sequía.
ESTADO E HISTORIA FORESTAL – Entre los 1940 y 1950 comienzan las declaraciones de montes de utilidad pública que afectará a 6 MUP, el resto del terreno forestal se reconocerá como montes en proindiviso, otros 6 montes. Posteriormente y en base a los Planes de Desarrollo Económico y Social de la época comienzan las grandes repoblaciones de los montes públicos llegando a crear una masa forestal de coníferas entorno a las 15.000 ha. A finales de los 70 y hasta los 90, son los incendios forestales los grandes protagonistas, acabando con la práctica totalidad de la masa forestal existente.
A la vista de estos hechos, el conflicto social generado con las repoblaciones y atendiendo una demanda de los vecinos, en 1981 comienzan las declaraciones de los Montes Vecinales en Mano Común. La división administrativa de los montes cambia y pasa de 6 MUP a 63 montes vecinales en mano común, 2 MUP y 5 en proindiviso (ver Planos 1 y 2).
Durante décadas los montes quedan sin ningún tipo de gestión. El primer Convenio con un MVMC se establece en 1989 no mostrando, en el resto de montes, ningún tipo de interés de los vecinos por establecer estos acuerdos con la administración. Es a partir del 2000 cuando la demanda de las Juntas Vecinales para la firma de convenios se acrecienta sobremanera, llegando a firmar 30 convenios con Juntas Vecinales.
La cuestión es que el concejo ha pasado de no tener ningún tipo de interés por el sector forestal y ver al monte como un campo de prácticas para los amantes del fuego, a haber una atracción por el sector y una demanda continua de la inversión.
Hoy ha pasado de quedar prácticamente destruida la totalidad de la masa forestal a disponer de 17.300 ha arboladas en el concejo, de las que 12.400 ha son en montes gestionados. En este punto es importante señalar que la actividad de la administración trajo como consecuencia avivar este interés, tanto de empresas como de las Juntas Vecinales y del resto de montes privados en los que se invierte con cargo a ayudas al Desarrollo Forestal (plantaciones, pistas, puntos de agua, desbroces,…)
La gestión de los montes tuvo como fin primordial, la creación de una riqueza de futuro y la prevención de incendios forestales que hasta entonces, año tras año, estaba arrasando el concejo. Dicha prevención se basa principalmente en la interactuación de administración y representantes de la propiedad. Los pasos a seguir fueron:
- Solicitud de firma de convenio con la premisa de que al menos debería haber pasado dos años desde el último incendio en el monte solicitado.
- Compromiso de la Junta Vecinal con la identificación de los posibles incendiarios.
- Reconocimiento de los límites del monte por parte de los colindantes.
- Acuerdo en la zonificación del monte y los distintos usos, así como la infraestructura a crear.
- Seguimiento o reuniones más o menos periódicas con las Juntas de los acuerdos tomados.
- Colaboración en distintas actuaciones con otras sociedades o corporaciones del concejo (Sociedad de cazadores, colegio público, radio y televisión local, etc).
- Dotar a los monte de una infraestructura contra incendios de la que no se disponía (puntos de agua para helicóptero y autobomba, red viaria, red de cortafuegos, áreas cortafuegos, puntos de vigilancia, etc. y la más importante fue la construcción de un helipuerto que posteriormente sirvió para el establecimiento de un parque de bomberos.
Un dato que dice mucho sobre la evolución de los incendios en este concejo es el número de los mismos en 25 años, siendo en este periodo entre 1975/2000 de unos 700 incendio (sobre 18.000 has quemadas), mientras que del 2000/2025 está en torno a los 270 incendios (unas 6.000 has afectadas, de las que más de la mitad corresponde a una gran incendio ocurrido en 2017).
El sector forestal es uno de los que cada vez tienen mayor peso en el empleo y como fuente de recursos en el concejo, tras las importantes repoblaciones llevadas a cabo en sus montes a través de ayudas o Convenios entre las Juntas Vecinales de Montes y el Principado de Asturias. Más del 75% de la superficie total se clasifica como forestal. Se prevé que la demanda futura de productos forestales sea creciente, tanto de maderas de calidad, como de productos de menores dimensiones con destino trituración o biomasa.
Las características poblacionales y socioeconómicas antes citadas, con una población escasa y envejecida determina que los posibles trabajos y productos del monte tengan que buscar el destino fuera del concejo, como mínimo hacia concejos limítrofes, tanto de Asturias como de Galicia, donde ya hay importante industria transformadora de la madera.
LOS INCENDIOS FORESTALES EN ASTURIAS – Las competencias de extinción y prevención están repartidas en distintas Consejerías (ver Figura 1).
1. Consejería de Movilidad, Cooperación Local y Gestión de Emergencias. La extinción de incendios forestales recae en el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) adscrito a la Consejería de Movilidad, Cooperación Local y Gestión de Emergencias y es la Dirección General de Cooperación Local y Seguridad quien asume las funciones de gestión y coordinación en materia de protección civil y emergencias.
Esta Consejería en su estructura integra:
– Una Dirección General de Custodia del Territorio y Prevención de Incendios con el Servicio de Gestión del Medio Natural y Prevención de Incendios que es competente en “la planificación, vigilancia y coordinación en materia de prevención de incendios, apoyándose en los recursos humanos y materiales adscritos al Servicio de Agentes Medioambientales”.
– Una Subdirección General de Prevención de Incendios Forestales dependiendo directamente del Consejero que entre otras competencias le corresponde la planificación estratégica de la base territorial para el desarrollo, impulso y seguimiento de la normativa, planes, programas y directrices orientadas a la prevención y extinción de incendios.
2. Consejería de Medio Rural y Política Agraria. La Ley del Principado de Asturias 3/2004, 23 de noviembre, de Montes y Ordenación Forestal establece esta Consejería como competente en materia forestal (Gestión Forestal y Prevención de Incendios) a través del Servicio de Gestión Forestal dentro de la Dirección General de Gestión Forestal.